El proceso de toma de conciencia no es un proceso fácil que nos confronta con nosotros mismos y con todo aquello que creíamos que era la realidad. El miedo y el enojo provocado por los acontecimientos externos parecen inevitables cuando se comienza a abrir los ojos, pero hay que aprender a no estancarse en ellos y comenzar a buscar respuestas dentro de uno mismo. Después de todo ese es el objetivo del despertar de la conciencia.
Abrir los ojos duele
El proceso de toma de conciencia no es un proceso fácil que nos confronta con nosotros mismos y con todo aquello que creíamos que era la realidad. El miedo y el enojo provocado por los acontecimientos externos parecen inevitables cuando se comienza a abrir los ojos, pero hay que aprender a no estancarse en ellos y comenzar a buscar respuestas dentro de uno mismo. Después de todo ese es el objetivo del despertar de la conciencia.